martes, 4 de marzo de 2025

UNA MIRADA AL PASADO (XIX): La primera iglesia de Las Matas


En 1922, la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España comenzó la construcción de un poblado ferroviario en Las Matas, destinado al personal que trabajaba en la Estación de Clasificación, que había comenzado a funcionar en 1919.

La construcción del poblado no se daría por completamente concluida hasta 1926, dando como resultado un pequeño núcleo de población formado por 32 viviendas de planta baja y otras 6 en dos bloques de dos alturas.

El trazado urbano era sencillo, consistente en una única calle formada por las viviendas de una planta que desembocaba en una plaza compuesta por los bloques de dos alturas, una escuela y una capilla.

Esta capilla, destinada a atender las necesidades espirituales de las primeras familias que habitaron el poblado ferroviario, fue inaugurada el 26 de febrero de 1925. El acto se inició por la mañana, con una misa cantada por los párrocos de Las Rozas, Majadahonda y Pozuelo. Continuó por la tarde, ya con la presencia del obispo de Madrid, miembros del clero, el delegado gubernativo, las autoridades locales y representantes de la compañía ferroviaria, además del vecindario al completo junto a otros invitados. Cada una de las autoridades pronunció su propio discurso, a los que se sumaron las bonitas palabras del niño Fabián Camisón y un poema recitado por la niña Conchita Varona, ambos hijos de obreros del poblado ferroviario.

Durante la guerra civil, Las Matas fue ocupada militarmente, teniendo que realizarse importantes labores de reconstrucción al concluir la contienda.

En 1948 la capilla pasó a convertirse en iglesia parroquial, y aunque no sabemos la fecha exacta, creemos que debió ser a partir de ese momento cuando el pequeño templo se puso bajo la advocación de San José Obrero, que pasó a ser el patrón de Las Matas, muy en consonancia con los orígenes de la barriada ferroviaria, ya que con anterioridad a esa fecha no hemos encontrado referencias a ningún tipo de culto, tutela, protección o patrocinio específico para esta capilla, e incluso la imagen que figuraba en la hornacina de la fachada principal, hoy desaparecida, no era de ningún santo, sino que se trataba de una pequeña representación del Sagrado Corazón de Jesús. Quizás, en la elección de este santo como patrón de Las Matas influyó también la existencia en el lugar del viejo Parador de San José de las Delicias, cuyo origen estaba en una antigua casa de postas del S.XVIII, situado junto a la carretera de La Coruña, a la entrada de la actual urbanización El Golf, el cual fue demolido en los años 60 del siglo pasado.

Además de templo religioso, el edificio albergaba en su segunda planta la vivienda del cura. También cumplió durante décadas las funciones de escuela de niños, que recibían las clases en la misma nave central, ejerciendo el sacerdote de profesor. Por su parte, las niñas disponían de escuela propia, en un edificio independiente que todavía se conserva, aunque destinado ya a otros usos, siendo muchos los mateños y mateñas que han recibido sus primeras enseñanzas en estos espacios.

La inauguración en 1998 de la nueva iglesia de San José, junto al Parque 1º de Mayo, supuso el cierre y desacralización del antiguo templo, que se convirtió en un almacén, sufriendo cierto deterioro. El edificio terminó siendo cedido por RENFE/ADIF al Ayuntamiento de Las Rozas, que en 2005 procedió a su rehabilitación y acondicionamiento para convertirlo en Museo del Ferrocarril, el cual fue inaugurado en 2009, tras el convenio firmado con la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Las Matas (AFEMAT), creada en 2003 con el objetivo de preservar el pasado y patrimonio ferroviario de la localidad.

Arquitectónicamente, se trata de un edificio muy compacto, de dimensiones pequeñas, con planta de cruz latina formada por una nave, un pequeño crucero y un ábside poligonal a menor altura que el resto del conjunto. Las cubiertas de nave y crucero son a dos aguas, mientras que las del ábside se amoldan a sus cinco lados, todas ellas de teja árabe. Su estética se corresponde con la habitual en la arquitectura ferroviaria de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX.

Aunque originariamente sus muros eran de mampostería de granito y ladrillo, armonizando por tanto visualmente con el resto de construcciones que conformaban el poblado ferroviario, en reformas posteriores sus fachadas fueron revocadas, quedando la piedra oculta y conservándose únicamente el ladrillo visto, a modo de ornamentación, en siluetados y recercados de esquinas, vanos, dinteles y arcos, así como en la espadaña que se alza en la fachada principal, y que en su momento cumplía las funciones de campanario. Como elementos decorativos reseñables cabe destacar también la faja de ladrillo que recorre el edificio diferenciando sus dos alturas y enmarcando las ventanas de la segunda planta, los arcos de medio punto con impostas y claves de los accesos, o las ventanas geminadas de la fachada principal, que curvan su base para adaptarse al arco de la entrada.

En la fotografía que encabeza esta entrada vemos el aspecto original que ofrecía la capilla, con sus muros de mampostería vista, la espadaña con campana y coronada con una cruz de hierro, y una pequeña hornacina con un Sagrado Corazón de Jesús en la parte más alta de la fachada principal. En reformas posteriores se enfoscaron de cemento los paramentos de mampostería, y en la última rehabilitación fue necesario rehacer la espadaña, perdiéndose la campana y la cruz, eliminándose también la hornacina de la fachada.

No obstante, el edificio sigue manteniendo una perfecta armonía con el conjunto del antiguo poblado ferroviario, transformado desde hace ya mucho tiempo en barrio, constituyendo un importante conjunto arquitectónico y patrimonial, cargado de historia, memoria e identidad para los vecinos y vecinas de Las Matas.


Javier M. Calvo Martínez

(Procedencia de la fotografía histórica: Archivo personal de J. M. Calvo)