Su presencia es bastante común
en la zona noreste de Madrid. Su hábitat típico lo forman los terrenos
pedregosos con abundante cobertura vegetal, pero también es muy frecuente
encontrarla en huertos, jardines o descampados cercanos a los núcleos de
población.
Los adultos tienen un color
más oscuro y dos líneas paralelas recorriendo longitudinalmente su espalda. Los
ejemplares jóvenes, de colores más claros, tienen una mancha dorsal negra
formando un dibujo que recuerda a una escalera de mano, de ahí su nombre. Puede
alcanzar una longitud de 1,6 m, aunque en general no suele medir más de 1,2 m.
Cazadora diurna, se alimenta de pequeños mamíferos, aves y pollos, que casi siempre atrapa en tierra, matándolos por la constricción de sus fuertes anillos. Es una excelente trepadora, siendo capaz de subir fácilmente a los árboles para saquear nidos.
Por la noche busca abrigo en
madrigueras de roedores abandonadas, entre las piedras y escombros, o en los
huecos de los árboles. Los meses más fríos entra en un estado de
aletargamiento, del que sale al inicio de la primavera.
La época de apareamiento suele
producirse los meses de mayo y junio. Dos o tres semanas después, la hembra busca
un lugar bien seguro en el que poner de 5 a 24 huevos, de cáscara blanca y
blanda, que miden unos 6 x 2 cm. Dos o tres meses más tarde, dependiendo de las
condiciones ambientales, nacen las pequeñas culebras, perfectamente formadas y
capacitadas para sobrevivir, alimentándose inicialmente de insectos, como
saltamontes, que ellas mismas cazan.
Aunque es totalmente
inofensivas para el ser humano, muestra un carácter muy irascible, y no teme
hacer frente al agresor si se siente acosada, resoplando fuertemente.
Gran depredadora de
micromamíferos, siempre ha resultado especialmente beneficiosa para la
agricultura y un eficaz agente para evitar plagas. Sin embargo, al igual que tradicionalmente
ha ocurrido con el resto de ofidios, la culebra de escalera ha sido perseguida
y eliminada por el hombre. Costumbre que, afortunadamente, va desapareciendo. En
la actualidad, al igual que el resto de reptiles, es una especie protegida.
ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL CIERZO
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